viernes, 21 de agosto de 2015

El pozo de denigrancia escondido en PortAventura


 

Antes de empezar, seguro que muchos de ustedes, cómo lectores, habréis oído hablar acerca de PortAventura. Incluso puede que algunos de vosotros lo hayáis visitado almenos una vez en vuestras vidas. En cualquier caso, para aquellos que no sepan que es, os lo cuento. PortAventura fue el primer gran parque temático de España, y tras su apertura en el año 1995, ha obtenido grandes reconocimientos gracias al empeño por el trabajo bien hecho. No sólo por los municipios dónde se encuentra (Salou y Vila-Seca), si no también por todo el entorno de la zona de Tarragona, PortAventura es un gran impulsor de la economía de la zona que, según se dice, genera más de 2000 millones de Euros anuales de beneficio a la economía de la zona.


 
Tras dar una explicación de las distintas etapas por las que ha pasado PortAventura, vamos ahora a comentar la decadencia de PortAventura en el trato con sus clientes y centrarse sólo en un grupo muy pequeño de clientes, los cuáles, aquí serán nombrados “Los elegidos”.

Desde hace cierto tiempo, y con la consolidación masiva de Internet a la mayoría de la población, han aparecido varias páginas web independientes que tratan acerca de la empresa, pese a que disponen de una página oficial (la cuál fue registrada el día 21 de abril del año 1997), por lo cuál se puede decir que PortAventura no necesita páginas web ajenas para informar acerca de la actividad de la empresa ni para realizar publicidad.
 
Sin embargo, y de forma progresiva, fueron apareciendo dichas páginas web. Algunas páginas eran centradas exclusivamente en PortAventura, otras en parques de atracciones en general. Posteriormente, el florecimiento de servicios de alojamiento de vídeos (técnicamente, Video Hosting Server) cómo Youtube o Vimeo hizo popular la trasmisión de vídeos variados de parques de atracciones, que recordemos son recintos privados. De hecho, el primer vídeo de Youtube fue gravado por su fundador en un zoológico. Y, para terminar de rematar, las grandes redes sociales, cómo Facebook, Twitter o Instagram permitieron a cualquier particular, con una inversión económica cero, el crear páginas web acerca de parques de atracciones. PortAventura cuenta, de forma oficial, con sus respectivos canales en varios tipos de servidores y redes sociales.

Sin embargo, el gran boom surgió en el año 2010. En aquel entonces, PortAventura se encontraba celebrando sus 15 años de parque abierto. Tenía buena relación con una página web llamada PA-Community, lazo que fue roto en noviembre del 2011 por el comportamiento de algunos de sus afiliados, además de la presencia de opiniones negativas de la empresa.

Muchos de los antiguos afiliados de PA-Community (cuya web pasó a ser generalista dentro de los parques de atracciones) pasaron a crearse sus propias páginas web acerca de PortAventura, sin tener en cuenta el hecho de que estaban usando sin permiso el nombre de una marca comercial registrada.

Surgió una gran cantidad de páginas web que, probando de una forma más o menos mala, distribuían informaciones, imágenes y vídeos de PortAventura, los cuáles eran distribuidos sin permiso. De hecho, hay dos normas del parque que dichas páginas web y sus administradores incumplen, que son las siguientes: (Enlace normas PA)

-       IX.2: Las imágenes captadas por los Visitantes en PortAventura no podrán ser utilizadas con fines comerciales.

-       IX.3: PortAventura no ser responsabiliza de la toma de fotografías y/o grabaciones efectuadas por terceras personas.

Dichas normas están disponibles para su consulta en la página web de PortAventura. En el caso de la primera norma, consiste básicamente en que las fotografías que un visitante tome en el recinto son únicamente con finalidad particular, sin poder ser usadas para una página web de estas características, dado que es un uso comercial de la imagen (se puede previa solicitud de un permiso interno). En el caso de la segunda, significa que, en caso de aparecer en la foto o vídeo de un tercero que luego es usada por una página web, y no les parece bien a la persona afectada, PortAventura se limpia las manos en este aspecto.

Sin embargo, dichas páginas web publican fotografías del parque (en algunos casos, plagiadas o con copyright), y en muchos casos, aparecen otros visitantes, que aparecen sin su consentimiento en las imágenes publicitarias que usan.

Tras todo este florecimiento de páginas web extraoficiales, se puede decir que su consolidación concluyó en 2014, pese a que posteriormente siguieron desarrollándose otras páginas, en muchos casos, excesivamente parecidas las unas a las otras.

Sin embargo, PortAventura tiene la culpa por no tomar medidas al respeto de la existencia de dichas páginas web, las cuáles están usando una marca comercial sin permiso y en beneficio particular, realizando una actividad delictiva sobre la Ley 17/2001, del 7 de diciembre, de Marcas. .

Hasta que empezó la parte realmente lamentable: El reconocimiento de que se está “robando” el nombre de la empresa en beneficio de algunos particulares.

La primera parte empezó el día 21 de marzo del año 2015, con la reapertura del parque coincidiendo con los 20 años de recinto abierto. Pese a que, en teoría (más allá de los actos de prensa) sería un día cualquiera, PortAventura organizó un acto privado para los creadores y administradores de dichas páginas, sin tener en ninguna clase de consideración a la gran cantidad de clientes que se dejan dinero en la empresa en cada una de sus visitas. PortAventura priorizó a un grupo de gente que lo único que hace es dejarse vender, y olvidándose de su gran público, discriminando al cliente rentable, al que sólo le interesa su dinero.

La fotografía de la vergüenza

Lo más humillante de todo ello es la posterior publicación, el día siguiente, de un enorme alarde de dicha conducta mediante el uso de las redes sociales de la empresa. Dada la conducta intolerable que realizó PortAventura mediante la organización de dicho acto discriminatorio, me decidí a mandar una carta mediante correo certificado al responsable de prensa de PortAventura, el señor Oriol Garcia, el cuál supe de su cargo gracias a la red social Linked In. Dada la gran longitud del escrito, lo pongo en oculto, para que quién lo quiera leer entero pueda hacerlo mediante el botón “Mostrar”.


Dicho escrito fue mandado mediante correo certificado, por lo cuál se garantiza su llegada. Además, según la página web de Correos, dicha carta fue entregada el día 26 de marzo del 2015, por lo que llegó al responsable.
 
Un tiempo después, recibí respuesta, la cuál, pese a notarse el esfuerzo realizado en escribir, poco o nada aclara sobre la razón por la cuál se discriminan clientes en PortAventura. Además de no aclarar nada, PortAventura siguió con su política de discriminación de clientes, y nuevamente realizó actos reservados sólo a personas específicas escogidas “a dedo”.

Esta fue la respuesta recibida por e-mail por parte del Señor Oriol Garcia, responsable de relaciones con la prensa de PortAventura y uno de los responsables humanos de que la empresa ejerza discriminación hacía muchos de sus clientes:
 

Pese a la correcta escritura de la respuesta, poco o nada aclaró dicho escrito acerca de la discriminación que PortAventura ejerce, además de que tampoco justifica el criterio de elección de los asistentes a los eventos que organiza la empresa para ciertos “clientes”.

Además de que, por parte de PortAventura, y el Señor Oriol Garcia, no existir ninguna clase de arrepentimiento por la discriminación, se reincidió y a mayor escala todavía, sí cabe.

El día 7 de mayo del 2015, los MEDIOS DE COMUNICACIÓN serios fueron citados a PortAventura para que se haga la cobertura periodística del acto de colocación de la primera piedra del futuro parque de atracciones Ferrari Land en unos terrenos adyacentes (dicho acto fue completamente simbólico, puesto que una primera piedra raramente es un elemento estructural de la obra finalizada). Entre otras autoridades convocadas, se encontraban Sebastian Vettel (piloto de Ferrari en la Formula 1) y Artur Mas (Presidente de la Generalitat de Catalunya) (Link Gencat). Dada la importancia de las autoridades citadas, y su probable costumbre a comparecer ante periodistas y medios de comunicación, el protocolo debía ser máximo y dar una estricta imagen de formalismo y seriedad.

Sin embargo, pese al formalismo usado tanto por parte de Ferrari cómo por parte de la Generalitat, el pecado que aquí se cometió fue por parte de PortAventura. Nuevamente, en un acto de prensa estrictamente pensado para periodistas y medios de comunicación, acudieron de nuevo, y citados por PortAventura las polémicas páginas extraoficiales de PortAventura. Dichas páginas y sus representantes, rodeados de grandes periodistas y profesionales de la información, venidos de lugares de todo el mundo, no eran capaces de explicarse la presencia de estos colectivos, pese a no decir absolutamente nada por estricta educación.

Para saber de lo que supuestamente se debería hablar en una rueda de prensa, recurramos a la descripción que da la archiconocida Wikipedia:

Una rueda de prensa o conferencia de prensa es un acto informativo convocado por un organismo o entidad al que están invitados los medios de comunicación para que informen de lo que allí suceda. La mayoría de las ruedas de prensa están convocadas por instituciones, partidos políticos, sindicatos y grupos empresariales, que a su vez son los que tienen mayor poder de convocatoria. También pueden convocarla todos aquellos grupos o movimientos sociales que deseen dar a conocer a la opinión pública algún asunto. Se sirven de este método asimismo las entidades organizativas y promotoras de distintas actividades para hacer llegar sus programas a la ciudadanía y los famosos (futbolistas, cantantes, actores).

 
(….)

 
Los temas que se tratan en las ruedas de prensa son muy variados y dependen de los intereses de los organizadores. Cuando el periodista acude a la rueda de prensa sabe de antemano los temas que se tratarán y en muchas ocasiones se les entrega por escrito un pequeño resumen con el contenido del acto.

 
(….)

 
Dicha la definición de lo que es una rueda de prensa, se puede confirmar que la presencia de estos colectivos no se puede decir a ciencia cierta que esto se trate de un acto pensado para los medios de comunicación ni los periodistas, si no un trato de favor a los colectivos elegidos “a dedo” por parte de ciertos directivos de PortAventura sólo para que sea comentado lo que a la empresa le interese que sea visto a través de páginas web minoritarias.

Dado el poco grado de formalismo mostrado por parte de PortAventura en este aspecto, y al convocar a gente que no son profesionales de la información, llegué a la conclusión de que esto es intolerable, por lo que decidí contactar con el Ilustre Col·legi de Periodistes de Catalunya, para informar de dichos sucesos y, que si tienen algún protocolo de actuación para estos casos, que lo usen.
 
Para quién lo desconozca, el Col·legi de Periodistes de Catalunya fue el uno de los colegios profesionales galardonado con el Premio Creu de Sant Jordi, el equivalente catalán a los Premios Nobel.

Mediante su página web, encontré su vía de contacto, por lo cuál les hice llegar el siguiente escrito (traducido, puesto que el escrito original estaba en catalán):


En este caso, el Col·legi de Periodistes de Catalunya sí que supo actuar cómo toda una institución, con una clara demostración de profesionalidad, rigor y formalismo, Y es que en apenas 3 horas recibí respuesta por su parte, en concreto, del Señor Xavier Puig, jefe de comunicación de dicha entidad.

El texto usado cómo respuesta, nuevamente traducido del catalán, fue el siguiente:


De acuerdo a la explicación dada, la legalidad y la ética no siempre son conceptos compatibles. Sin embargo, pese a la profesionalización del periodismo, que una empresa realice estos actos no se puede controlar. Pese a ello, gracias al presente escrito, el sector periodístico catalán ya está al tanto de lo que ocurre con PortAventura y las relaciones con la prensa.

Rozando la ilegalidad:

Uno de los aspectos más lamentables cometidos por este tipo de páginas ya no es sólo la manía obsesiva que llevan con PortAventura y el pintarlo todo perfecto y precioso. Se trata ya de meterse en la vida privada de algunos de los empleados de PortAventura y difundir datos cuya publicación y/o difusión ya son delito, de acuerdo con el código penal español (y, en concreto con la ley de LOPD).

Se trataron de algunas de dichas páginas que, ante una baja por enfermedad de una de las empleadas de PortAventura, difundieron estas informaciones por las propias páginas extraoficiales. Conviene recordar que la LOPD prohíbe la difusión de datos relacionados con la salud de las personas, tratándose de una infracción administrativa que conlleva multa. En concreto, se trata de una infracción grave, cuya multa puede ir de los 40.001 hasta los 300.000 € sin consecuencias penales.

Aquí se encuentran dos capturas de pantalla que ayudan a entender el cómo dichas páginas web se meten con la vida personal de sus empleados, realizando, además, actos ilegales.
 
 

 
 
La empresa dando soporte a la denigrancia:

Sin embargo, lo pero todavía está por llegar. Y se trató del día en el que PortAventura dio reconocimiento y derecho a dichas páginas web. Para ello cometió el acto más lamentable en sus 20 años de historia. En primer lugar, creo una especie de sello interno llamado “PortAventura Experts”, con un aro de color azul y el logotipo dentro del mismo. Dicho sello fue cedido a dichas páginas web, para que lo pudieran lucir en un lugar visible, pese a que la calidad de las mismas es muy pésima.

La segunda parte, la cuál fue todavía más lamentable que la anterior, consistió en incluir, en PortAventuraBlog  (un apartado interno dentro de la propia página web de PortAventura) un reconocimiento a dichas páginas web mediante la realización de publicidad gratuita a dichas páginas web, mediante la inclusión de su nombre, y en caso de clickar sobre las letras de alguno de ellos, te redirige a estas páginas web extraoficiales.

Aquí se encuentra una captura de pantalla de los lamentables enlaces presentes en la página web oficial:




No me consta que exista ningún otro parque de atracciones o instalación lúdica en el mundo que realice estos actos, de redirigir enlaces de la página oficial a una externa y mucho menos fiable.

¡BASTA! Me doy de baja:

Resulta inadmisible que una empresa lúdica que hace pagar a los clientes 156 Euros por su abono anual no tenga consideración hacía ellos, y les discrimine, mientras a otros colectivos, por crear una pésima página web basada en plantillas prefabricadas les de más privilegios que a nadie, y a un precio menor o incluso gratis.

Con lo cuál, y más teniendo en cuenta la pobre explicación recibida por parte del Señor Oriol Garcia (especificado más arriba), decidí tomar una medida drástica contra esta conducta realizada por parte de PortAventura, y opté por hacerles daño dónde más les duele: Hacía el dinero.

El abono anual que tenía en mi nombre, el cuál, pese a estar pagado y con más de un mes de validez todavía, decidí mandárselo a la empresa, en concreto al Señor Arturo Mas – Sardà, presidente de PortAventura, junto con una carta escrita por mí, para poder recriminarles lo que hacen, y despedirme diciendo que no sería su cliente (con la consiguiente pérdida de dinero que ello conlleva) por el hecho de discriminar a los clientes rentables y el mal criterio que tuvieron para elegir a la gente que goza de dichos privilegios. Así que el escrito fue mandado por correo certificado para garantizar su llegada, y que sea leído para que le digan adiós al dinero que les aporto.

El escrito mandado fue el siguiente:


Dicha carta, cómo he comentado antes, fue mandada por correo certificado, para así garantizar su entrega, con lo cuál llegó el día 15 de julio en destino. Además, mediante la página web de Correos y Telégrafos de España se puede hacer el seguimiento mediante el número CD0C940000034940043480Q.

Dentro del sobre, además del escrito, les incluí la captura de pantalla de la vergüenza (el acto del día 21/03/2015) y una fotocopia de mí DNI. Además, también les adjunté el original (no una fotocopia) del carnet de pase anual de PortAventura para demostrar realmente mi renuncia cómo cliente, y que, por lo tanto, no van a ver más mi dinero.

PortAventura, con estas medidas, se expone a una pérdida de dinero (o de dinero que deja de ganar) la cuál tiene bien merecida. Cómo era de esperar, en este caso, y todavía varios meses más tarde, todavía no he recibido ninguna respuesta al respeto, por lo que se da por sentado que no tienen interés en mantener ni a los clientes ni a su satisfacción.

Conclusión:

Tras este larguísimo escrito (al cuál doy las gracias a quienes se lo hayan leído entero, puesto que tiene mérito, pese a procurar hacer una lectura amena) se ha llegado a la conclusión de que, para cualquier persona, ir a PortAventura es ser tratado cómo un objeto que va allí, deja su dinero y se va. No les importa la satisfacción. No les importa su opinión. Sólo les importa su dinero.
 
Las opiniones las compran a ciertos colectivos a los que benefician con privilegios internos a cambio de todas las opiniones que sueltan sean positivas. Les dan privilegios internos en el recinto y les regalan la publicidad al enlace de sus pésimas páginas web.

Es algo totalmente faltado de ética.

Conmigo que no cuente cómo cliente. No van a ver mi dinero ni el de otras muchas personas. Ojala algún responsable de la empresa vea el presente escrito para reflexionar y tomar medidas al respeto. Puesto que cualquier potencial cliente que lo lea, al saber cómo le van a tratar y a discriminar, le van a quitar las ganas de ir, y por lo tanto, PortAventura perderá clientes y dinero.

Gracias de nuevo por leer la entrada entera. Y ojala la gente reflexione acerca de la discriminación y el trato hacía el cliente.