Por bien o por mal, estamos en España, un país dónde, pese a pequeñas mejoras, tenemos una tasa de paro superior al 20 %, un porcentaje que
Y, en el caso de los jóvenes,
dicho porcentaje es todavía superior, llegando en algunas autonomías a un
intolerable 50 %.
Siendo consientes de ello, desde la Comisión Europea
se decidió destinar una amplia partida presupuestaria a ello, creando el plan
“Garantía Juvenil”, y repartirlo entre los distintos países que forman la Unión Europea.
En el caso de España se trata de
uno de los estados más agraciados con esta medida, con casi 1900 millones de
Euros recibidos para su desarrollo. A partir de aquí, esta cuantía se
distribuyó a los gobiernos de las distintas comunidades autónomas.
Y EN CATALUNYA SE QUEDA ASÍ:
En el caso de Catalunya, al
tratarse de la segunda autonomía más poblada de España (por detrás de
Andalucía), la cuantía recibida fue también la segunda mayor recibida, con 80
millones de Euros al año.
En el caso de Catalunya, la gestión directa de la garantía juvenil corrió a cargo de las 4
cámaras de comercio de las que se dispone (Barcelona, Girona, Lleida y
Tarragona), además de sus respectivas oficinas satélite, mientras que la Generalitat se ocupó
de repartir el dinero y hacer una extensa campaña publicitaria.
Con anuncios televisivos cómo
este:
En el caso de Catalunya, los
requisitos son ser desocupado entre 16 y 30 años, sin trabajo desde hace un
mínimo de un mes y sin recibir formaciones desde hace 4 meses.
Con estos requisitos,
aparentemente accesibles, y con una tentadora campaña publicitaria, en la que
se comprometen, en 4 meses, a TENER ASEGURADO un puesto de trabajo, una
formación que garantice inserción o asesoría en emprenedoría, el aluvión de
peticiones de jóvenes catalanes ilusionados con conseguir un ansiado puesto de
trabajo en este programa consiguió un éxito rotundo, en la primera etapa de
inscripciones. De hecho, según fuentes oficiales, han llegado a los 15000
inscritos en septiembre del 2015 y medio (aproximadamente el 70% de los
catalanes que cumplen estos requisitos), con lo cuál la Generalitat se podía
autoproclamar de triunfadores por dicho éxito.
NO TODO LO QUE RELUCE ES ORO, SI
NO HUMO:
Y, tras el éxito que quiere
autovenderse la
Generalitat , está la cara oscura, que es la agonía que, cómo
yo, miles de jóvenes catalanes vivían al empezar a descubrir el timo y la
cortina de humo que se ha vendido con esta campaña publicitaria tan potente y
tan bien gestionada y organizada.
Dado que no conozco todos los
casos uno a uno, pese a tener constancia de que hay muchas quejas de jóvenes por no
cumplir lo que se dice en el anuncio, voy a contar mí caso, el cuál sí me
consta que hechos parecidos han vivido otros.
UNA AGONÍA COMPARTIDA:
En diciembre de 2014 escuche en
la radio el anuncio de la garantía juvenil, a lo que me documenté, y fui
rápidamente a documentarme para que se pueda conseguir un puesto de trabajo en
los 4 meses que se prometían en el flamante anuncio.
Tras saber cómo es el programa y
obtener los documentos necesarios, acudo a las distintas oficinas para traer
todos los documentos exigidos.
Finalmente, a principios de enero
de 2015 está todo en orden y oficialmente empiezan a contar los 4 meses para
que me den un puesto de trabajo. Tienen hasta medianos de mayo para cumplir con
la promesa.
Va pasando el tiempo y no dicen
nada. En febrero me hacen asistir a una sesión informativa en la oficina del
SOC de Premià de Mar, dónde no hacen otra cosa que enseñar enlaces, tarea que
se puede hacer en casa y ahorrarse el viaje.
A medianos de mayo logro, por mí
cuenta, un trabajo bajo contrato de 9 días, completamente legal, con la
cotización correspondiente a la seguridad social y cobrando. Sin absolutamente
ninguna intervención ni de la
Generalitat ni de la Cámara de Comercio.
A estas alturas, ya han pasado
los 4 meses de compromiso con los beneficiarios para recibir una de las tres
cosas que se prometían: Trabajo, formación o asesoría de emprenedoría (en mi
caso especifiqué explícitamente que quería trabajo).
Hasta que a finales de mayo me
hacen ir a una sesión individualizada de orientación a la oficina satélite de la Cámara de Comercio en
Mataró. Allí me hacen una serie de preguntas para saber más acerca de mí perfil
y mis intereses, además de dos pequeños exámenes (uno de informática y otro de
inglés). Y se comprometen a llamarme “en pocos días” para ofrecerme mi solución.
Van pasando los días, y nada.
Hasta que un mes y medio más tarde, a medianos de julio, me hacen hacer un
curso al que llaman PICE en la misma oficina satélite de la Cámara de Comercio de
Mataró. Dicho curso consta de 3 materias (Inglés, orientación e informática),
pero su superación no tiene ningún tipo de validez legal ni se trata de un
título que se pueda especificar en ningún sitio.
Eso sí, desde la oficina se
comprometen a hacer un segundo curso más específico y que garantice un puesto
de trabajo… Previas vacaciones de los funcionarios durante todo el mes de
agosto, dejando a los jóvenes necesitados literalmente tirados sin cumplir el
compromiso, y seguir pasando el tiempo de espera para ver un resultado.
Esto sí, a finales de agosto, me
llaman para ofrecer un curso de inglés con certificación de nivel A2, es decir,
cómo sí no hicieran nada, puesto que mí nivel de inglés es equivalente a B2.
Y en septiembre me ofrecen un
curso en una academia de Barcelona para formarme en seguridad privada. Ante la
desesperación por ver el incumplimiento que hacen del programa y lo que se me
promete el anuncio, terminé aceptando el curso a desgana, pese a que no siento
interés y a que la forma de llegar hasta la academia no es precisamente cómoda.
Además de ello, también perdí más de 100 € de mí ajustado bolsillo en
desplazamientos y manutención (para quién no lo sepa, estoy ajustando mucho el
presupuesto y cada vez como menos por la delicada situación económica en la que
estoy).
Desde aquí quisiera dar las gracias
a los profesores de dicha academia, por ser más honestos conmigo ellos desde
una empresa privada que desde la
Generalitat y su engañosa Garantía Juvenil. Y es que hacer
este curso sólo sirve para tener un título (llamado TIP), además de necesitar otros 100 € mínimo, pero en absoluto te
da un puesto de trabajo, que era uno de los compromisos de la Garantía Juvenil ,
almenos en Catalunya.
Fue no terminar el curso que me
llamaron otra vez para ofrecerme más cursos, evidentemente, sin inserción
laboral. Y llega un momento en el que uno se harta de que le timen con llamadas
de los vendedores de humo profesionales de la Generalitat.
Al terminar el curso de seguridad
privada, y darme cuenta de su no-utilidad, ni del curso ni de la Garantía Juvenil ,
fui a la oficina del SOC de Premià de Mar a solicitar que me dieran de baja.
Ante la perplejidad de la funcionaria (la cuál afirmó no encontrarse nunca con
esta petición), me dijo que “Lo debes hacer tú en la página web”. Para alucinar
la conducta de los funcionarios, que con trabajo de por vida y un buen sueldo
no son capaces de hacer algunas cosas ellos con el ordenador.
Por cierto, ya que me lo
preguntaron, al decirme por qué razón me quería dar de baja de la garantía
juvenil, les dije que me siento estafado por no cumplir lo que dicen y sólo ser
capaces de ofrecerme cursos.
OFRECER CURSOS ES CÓMO NO HACER
NADA:
A todo esto, añadir que, pese a
que el curso tenga un coste de 0 € por parte del alumno, sí que tiene coste el
desplazamiento, la manutención, las tasas (en caso de existir), etc…
Además de ello, son cursos que no
tienen ninguna tipo de inserción laboral, cosa que no informan de ello. Y
además, te acosan por teléfono de forma bastante continuada para ofrecerte otro
y otro curso, pese a que en mi caso especifiqué explícitamente que no quería.
Así pues, aquí tenéis lo que es
la garantía juvenil. Vender cursos para enriquecer a las academias, dejando sin
futuro a miles de jóvenes catalanes ilusionados con un futuro mejor, y dándose
a ellos mismos autoaplausos por decir que lo hacen bien. Todo ello vendido
masivamente en televisión y radio mediante técnicas de publicidad engañosa.
Te venden que te darán trabajo, y
no cumplen. Esto es lo que se llama aprovecharse del sufrimiento de las
personas, tener la sangre muy fría.
Espero que a los lectores, tras
leer esto, no caigan en el timo de la Garantía Juvenil
de Catalunya.
En la comunidad valenciana, fue igual o peor. 5años desempleado 5 cursos de esos realizados.
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