sábado, 2 de mayo de 2020

LA CENSURA EN DOCTORALIA


Nadie va a negar que, pese a que TEÓRICAMENTE vivimos en un estado que reconoce las libertades individuales (tal y cómo reconoce, entre otros documentos, la Constitución Española de 1978), la censura, y por lo tanto, la libertad de expresión son temas todavía limitados, con tal de dar un alto nivel de protección a ciertos colectivos (influenciados especialmente por su alto nivel económico).

De hecho, la propia Constitución Española dice, en su Artículo 20, referente a la libertad de expresión:

Apartado 1: Se reconocen y protegen los derechos:

a)      A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
d)      A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión.

Apartado 2: El ejercicio de estos derechos NO PUEDE RESTRINGIRSE mediante NINGÚN TIPO de censura previa.

Pese a ser algo teóricamente reconocido, realmente no existe un método efectivo para que exista realmente la libertad de expresión cómo tal, y a continuación lo vamos a analizar.

PERO, EN PRIMER LUGAR, ¿QUÉ ES LA CENSURA?

De acuerdo a la RAE, la censura es “Dictamen que se emitía de cierta obra”, y dentro de la misma definición, da una definición más amplia cómo “Examen y aprobación que de ciertas obras hace un censor autorizado antes de hacerse públicas”.

Realmente, y sin contar las distintas definiciones de la RAE, la censura es considerada cómo la eliminación de ciertos materiales que son inconvenientes a la opinión del gobierno, los medios de comunicación o ciertos colectivos, siendo este último el cuál nos vamos a centrar en la presente entrada.

Pese a ser evidente la existencia de la censura en España en la actualidad, pocos ejemplos existen más allá de los existentes durante la época franquista (terminada en 1975). Durante dicha época existía la llamada “Censura Franquista”, la cuál prohibía de forma contundente la crítica al gobierno, así cómo la expresión religiosa a cualquier culto que no sea el católico. Quién incumpla dicha censura, era expuesto a condenas extremas, que en algunos casos llegaban a la pena de muerte.

Al seguir existiendo censura en España en la actualidad, pero a su vez pocos ejemplos reales de la misma disponibles para su consulta, se va a usar la presente entrada cómo método para hacer llegar al gran público otro caso intolerable de censura, y que jamás va a ser expuesto por los medios de comunicación, los cuáles son un claro ejemplo de estomágoagradecido al no permitir noticias que perjudiquen a quienes les pagan (cómo se va a ver más adelante).

Y A SU VEZ, ¿QUÉ ES DOCTORALIA?

La página web Doctoralia se trata de un servicio de “clasificados” especializado en el ámbito de la medicina. Además de los servicios de búsqueda, dispone también de una ficha detallada de cada “especialista”. Y lo que es más importante: Por cada especialista, existe la posibilidad de dejar y consultar opiniones del mismo.

En este aspecto, se podría decir que es un Trip Advisor de médicos.

¿Y CUÁL ES LA CENSURA QUE PRACTICA DOCTORALIA?

El hecho de que Doctoralia censura las opiniones la vi en cuanto escribí una opinión completamente fundamentada acerca del “especialista” al cuál, por desgracia, tuve cómo psicólogo hace años.

Se trata de Rafael Castell. Tras mí experiencia un tiempo atrás, dejé el siguiente texto en su ficha:

“Vendehúmos nivel Elon Musk (presidente de Tesla Motors). Con Rafael veo un claro afectado de “titulitos”, creyendo ofrecer un servicio que en realidad es una cortina de humo para quedarse con tu dinero (30 € la visita de media hora). No aporta absolutamente nada a la resolución de los problemas expuestos, esto sí, para ir de plan “pilla la pasta y sal corriendo”, en esto es digno de darle un 10 bien merecido.

Tras dos sesiones completamente inútiles, ni me molesté en pedir una tercera sesión, paso de que se me robe más dinero.

Hecho ocurrido en Maragda Mataró. ”

Rafael Castell. Foto: Doctoralia. 

Al día siguiente, recibo la negativa de Doctoralia a hacer pública dicho comentario, junto con la siguiente excusa de mal pagador:

“No podemos publicar tu opinión tal cómo está ahora. Por favor, modíficala para que cumpla las reglas y pueda ser publicada en el perfil del especialista.

Mensaje de un moderador de Doctoralia:

La opinión fue rechazada debido a las frases hostiles o comparaciones contenidas en ella, ya que puede incluir las características legales de calumnia (“Con Rafael veo un claro afectado de “titulitos”, creyendo ofrecer un servicio que en realidad es una cortina de humo para quedarse con tu dinero (30 € la visita de media hora)”, “esto sí, para ir de plan “pilla la pasta y sal corriendo”, en esto es digno de darle un 10 bien merecido.”). Las opiniones que contienen tales frases son percibidas por otros pacientes cómo maliciosas y deshonestas. Por favor, intenta que tu opinión presente la información importante de una manera amable y cortés. “

Esta respuesta tan mala es un claro ejemplo de lo que no interesa a Doctoralia: Echar piedras en su propio tejado con opiniones que desfavorecen a sus clientes (de alto nivel económico).

Una de las excusas para negar la publicación de la opinión es que contiene lo que ellos llaman “Calumnia”. De acuerdo a la RAE, una calumnia es “Acusación falsa, hecha maliciosamente para causar daño”.

En ningún caso he dicho mentira alguna en la opinión escrita, simplemente he explicado LA VERDAD de forma completamente neutra y sin tener ningún interés económico por ello. Por lo cuál, según Doctoralia, se podría decir que cambian el significado de las cosas. Lo que hace unos años atrás era “decir la verdad”, ahora es “calumnia”.

A todo esto, el comentario no fue finalmente publicado. 

¿ES HABITUAL ESTA PRÁCTICA EN DOCTORALIA?

Por lo visto, sí.

De acuerdo al perfil de Doctoralia en Trustpilot, a fecha 02/05/2020 cuenta con 125 opiniones escritas, de las que 77 (un elevado 62 %) son de una única estrella. Cómo media, saca unas ajustadísimas 2,6 estrellas (el equivalente a un 5,2 en las notas tradicionales de las escuelas).

Leyendo los comentarios, gran parte de los que llevan una estrella son por lo mismo: la censura que practica Doctoralia.

De hecho, el propio perfil de Rafael Castell es otro claro ejemplo de censura: de las 8 opiniones publicadas a 02/05/2020, todas ellas son de 5 estrellas, ni una sola opinión de 4 o menos estrellas.

¿POR QUÉ SE CENSURA EL CONTENIDO NEGATIVO?

Es evidente una cosa: DINERO.

Grandes cantidades de dinero. Foto: BCE. 

Gente cómo Rafael Castell tiene MUCHO dinero, más aún con la estafa que hacen. Y con dinero puedes comprar todo, incluso las opiniones.

No obstante, mejor que veámos mediante la noble ciencia de las matemáticas cuanto dinero se puede levantar alguien cómo Rafael. Partiremos del comentario anterior, dónde especifiqué que una visita de 30 minutos cuesta 30 €.

Una jornada laboral estándar en España son 8 horas. A esto se debe restar ciertos tiempos de descanso, así cómo algunas interrupciones (por ejemplo, ir al baño o atender el teléfono), por lo cuál, para el presente cálculo se va a tener en cuenta que Rafael sólo producirá dinero durante 6 horas y 30 minutos al día. Esto significa hacer un total de 13 visitas al día que generan 30 € cada una.

30 x 13 = 390 €.

En un solo día Rafael genera 390 €.

Luego, la reglamentación laboral establece 22 días laborables al mes, que obviamente son variables (por festivos, bajas, etc…), pero que permite analizar cuanto dinero consigue Rafael en un mes:

390 x 22 = 8580 €.

En efecto, Rafael se levanta 8.580 € al mes. Evidentemente, esta es la cifra de ingresos brutos, ya que se debe restar algunos impuestos, así cómo la posible cuota de autónomos y/o IRPF, que contaremos en un 20 % del total, quedándose en 6.864 €.

Teniendo en cuenta que el salario mínimo interprofesional de 2020 en España es de 950 € al mes, Rafael obtiene una cifra cerca de 7 veces más, llegando a la friolera de 6.864 € al mes. Para hacerse una idea, y teniendo en cuenta estos 6.864 € por un empleo sin ninguna responsabilidad, y a modo de comparación: el Presidente del Gobierno Español Pedro Sánchez, con una responsabilidad mucho mayor recibe 7.070,42 € al mes. 

Y teniendo en cuenta que un año de trabajo útil cuenta con 11 meses (a diferencia de la mayoría de asalariados, que reciben 14 pagas), puesto que un mes se considera “Vacaciones”, y por lo tanto, no se genera dinero:

6.864 x 11 = 75504 €.

Es que Rafael, a lo largo de un año se levanta un total de 75.504 €. Sí, lo has leído bien: 75.504 €. ¿Es una cifra grande? Para entender la magnitud, le diré la cifra en letras: Setenta y cinco mil, quinientos cuatro Euros.

Obviamente, se trata de una cifra económica enorme, que bien podría dar lugar a dudas acerca de las críticas que podrá o no podrá aceptar.

Pero, además de esto, también influye otro factor a su riqueza: Sólo se puede pagar en efectivo.

¿Qué ventajas tiene el pago en efectivo para Rafael?

Para Rafael es evidente que tiene muchas ventajas: El efectivo es la única forma de pago que no deja rastro alguno de la transacción (los métodos electrónicos, cómo transferencia, cheque, tarjeta o plataformas seguras (Bizum, Paypal) SÍ dejan rastro de la transacción, fácilmente accesible por un juez sí lo solicita).

De hecho, es de sobras conocido el hecho de que prácticamente todas las actividades delictivas (tráfico de drogas, armas, prostitución, etc…) siempre se pagan en efectivo. Y la psicología no podía ser más. Además de esto, también resulta especialmente sospechoso el hecho de no emitir factura (u otros documentos fiscales) en ningún momento. 

De hecho, para evitar estas prácticas, existen países cómo Dinamarca que ya tienen fecha a la total eliminación del dinero en efectivo para que el gobierno pueda controlar esta clase de actividades delictivas.

PERO… ¿QUÉ SE PUEDE HACER CON TAL CANTIDAD DE DINERO?

Cómo hemos dicho, Rafael se puede levantar hasta 75.504 € al año, y será dicha cantidad la que se tendrá en cuenta para los siguientes cálculos.

Antes ya se ha realizado una comparativa de dicha cifra con el salario mínimo interprofesional, así cómo un presidente del Gobierno. Veamos otros ejemplos:

VIVIENDA:

Lo que para la gran mayoría de las familias es su principal propiedad, con el salario de Rafael se puede conseguir una vivienda promedio (valorada en 300.000 €) en sólo 4 años obteniendo tales cifras de beneficio. Obviamente, no se va a saber nada de una hipoteca.

COCHE:

El coche más vendido en España en 2019 es el Seat Leon, un modelo básico valorado en 23.240 €. A Rafael le bastarían 3 meses para poder comprar un Seat Leon.

Modelo de coche al que podría optar alguien cómo Rafael., siendo necesario menos de 7 años de beneficios. Foto: Rolls Royce Motor Cars. 


MÓVIL:

Uno de los móviles más caros, el iPhone 11 Pro se vende en España a un precio de 1.429 €. Esto equivaldría, teniendo en cuenta sus beneficios, a comprarse 6 unidades al mes, o a comprarse 52 unidades al año.

¿PODRÍA RAFAEL EVITAR LAS MALAS CRÍTICAS? 

Sí, y además, sería muy fácil.

Sólo debe hacer algo tan fácil cómo ser honesto y no estar con su mente centrada exclusivamente en el dinero y en cómo conseguirlo sea o no ético el método usado.

En mí caso, Rafael debería ser lo bastante honesto cómo para ser capaz de ver en la primera visita que una persona esté lo suficientemente sana cómo para no necesitar esta clase de servicios, y por lo tanto, no programar visitas posteriores (las cuáles le generan el enorme margen de beneficio arriba comentado).

No obstante, Rafael prefirió ser un pesetero y no usar el método honesto, sí no de mentir a la gente únicamente por su enorme beneficio económico.  

¿Y POR QUÉ DOCTORALIA LO CENSURA?

Fácil:

Les interesa.

Permitir que se publiquen opiniones negativas les perjudica, por lo que se arriesgan a perder dinero.

En su lugar, se limitan a mentir a la gente por su propio beneficio. Evidentemente que no es ninguna novedad (véase los medios de comunicación), pero está claro que engañar a la gente de esta forma para el beneficio económico es de las peores actividades que se pueden hacer.

Y sí, se trata de un claro ataque a la libertad de expresión y de opinión.