Desde hace ya algunos días, la sociedad en todo el mundo está siguiendo, a través de los distintos medios informativos, la triste invasión que Rusia, país liderado por su presidente Vladimir Putin, está realizando sin razón aparente (la versión oficial de Rusia es la “desnazificación y desmilitarización del país”) hacía su país vecino Ucrania.
Y, por otro lado, tenemos otro tema que, pese a su carencia de sentido, acapara suficiente atención cómo para ser considerado un objetivo electoral en el ámbito político: Los supuestos derechos de los animales.
Seguro que más de uno y de una que está ahora leyendo el presente texto se preguntará: ¿Qué tiene que ver Vladimir Putin con los derechos animales?
Empecemos en orden:
Vladímir Vladimirovich Putin (de
ahora en adelante referido cómo Putin), nacido en 1952 en San Petersburgo (por
aquel entonces llamada Leningrado en la Unión Soviética) es presidente de Rusia
desde 2012, habiendo ocupado el mismo cargo también con anterioridad en el
período de
Vladimir Putin. Fotografía: Diario El Independiente.
De acuerdo a la página web delKremlin en inglés (un servidor desconoce el idioma ruso), los intereses particulares de Putin giran entorno a los siguientes ejes: Deporte, protección animal, vehículos, y ocio.
De acuerdo al propio texto, Putin se define
cómo: “Vladimir Putin enjoys watching animals in their natural habitat and
taking part in scientific projects. He is Chairman of the Russian Geographical
Society’s Board of Trustees, and is actively engaged in the protection of rare
species by overseeing the respective programmes. The animal species under his
personal patronage are the Amur tiger, white whale, polar bear and snow
leopard.”
Fotografías: Capturas de pantalla de la página web del Kremlin en inglés.
Que se traduciría cómo: “Vladimir Putin disfruta viendo animales en su hábitat natural y tomando parto en proyectos científicos. Él es el presidente de la junta directiva de la sociedad geográfica rusa, y está activamente vinculado en la protección de especies raras a través de la supervisión de sus respectivos programas. Las especies animales bajo su mecenazgo particular son el tigre de Amur, la ballena blanca, el oso polar y el leopardo de nieve”.
Pese a que el texto sigue, sólo veríamos proyectos concretos en los que Putin participa o ha participado en alguna ocasión. Pero la parte resumida consiste en que Putin tiene un fuerte compromiso y hace aportaciones particulares suyas a proyectos en defensa de los animales.
Por otro lado, somos testigos que, desde el pasado 24 de febrero del 2022, el ejercito ruso, por orden explicita de Putin, está realizando una invasión militar con el objetivo de hacerse con el control de Ucrania. Pese a perseguir varios objetivos, el principal es Kiev, la capital del país.
Y pese al supuesto compromiso de Putin a realizar uso del protocolo estrictamente militar, ya ha realizado varios ataques (con la destrucción total o parcial) de equipamientos civiles tales cómo escuelas, hospitales o viviendas, llegando incluso a atacar instalaciones civiles de alto riesgo tales cómo centrales nucleares (en Ucrania, país de gran tradición en energía nuclear).
Toda esta masacre dirigida por Putin ha provocado un elevado número de muertes ajenas al ámbito militar, cuyas cifras reales varían día tras día, e incluso en función de la fuente de información usada, razón por la cuál desde aquí no especificaré la cifra exacta al ser muy variable. Además de ello, también ha provocado un éxodo masivo de ucranianos y ucranianas hacía otros países, en búsqueda de una zona segura.
Pero, antes de usar palabras en vano, veamos lo que significa cada palabra:
De acuerdo a la RAE, un “Genocida” es “Quién comete genocidio”, palabra que, a su vez, significa “Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad”.
Por otro lado, la RAE define a un “Animalista” cómo a alguien “Que defiende los derechos de los animales”.
Es decir, que Vladimir Putin es, por un lado, animalista, y por el otro, un genocida al eliminar a un “grupo humano”, en este caso por nacionalidad (Ucraniana) y de raza o etnia (cualquiera de las existentes en Ucrania).
Lo cuál demuestra la doble moral, no sólo de Putin, si no también de toda persona perteneciente al colectivo animalista o que simpatiza con el mismo: Por un lado pueden exterminar masivamente a varias personas, sin causa razonable, mientras los derechos de los animales están intactos y lo consideramos importante.
Que no os engañen con los movimientos favorables a los derechos de los animales, igual que a Putin, los derechos de gran parte de las personas están ninguneados mientras los animales “vivan bien”.
Que toda la sociedad sepa cómo son aquellos y aquellas que pertenecen al colectivo animalista. Son cómo Putin: A quienes tú le importas nada, prefieren la vida de un animal que la tuya propia.