Seguramente a muchos de ustedes no os recuerde a nada el nombre de Rafael Ribó. Según Wikipedia, nació el 10 de mayo de 1945 en Barcelona, y desde el año 2004 ejerce la figura del Síndic de Greuges de Catalunya.
Sin
embargo, aquí analizaremos porqué Ribó no merece ejercer tal cargo pese a
llevarse 112 917 € el año 2014.
Fotografía: Diario El País.
De
entrada, la figura del Síndic de Greuges de Catalunya se define a sí mismo cómo
“El defensor del pueblo”, y por lo tanto, se trata de una entidad que debe
velar por el bienestar de todos los ciudadanos de Catalunya. En sí ya se trata
de una mentira, puesto que, cómo expondré en el siguiente caso, es muy evidente
que en ningún momento ni Ribó ni el Síndic de Greuges supo hacer nada para
garantizar la correcta resolución del conflicto, y ni siquiera se tomaron
molestia alguna para que se pudiese saber un mínimo de verdad.
Todo
empezó con las prácticas irregulares asignadas por parte del
instituto La Pineda
de Badalona, dónde quedó patente el claro interés, tanto de la empresa en
obtener esclavos cómo de algunos funcionarios en negociar posibles
subvenciones. El equipo del centro, pese a ser conocedor de que la empresa
buscaba mano de obra barata con las prácticas en empresa, JAMÁS fue capaz de
actuar al respeto, cómo buenos funcionarios que son. Además de esto, se lavaron
las manos completamente en este asunto, y para garantizarse de no ser nunca
delatados, a mí, cómo alumno, me amenazaron de expulsión del centro en caso de
no acabar con los comentarios acerca de las irregularidades en las prácticas.
A
todo esto, tras graduarme (con un espectacular y descarado amaño de notas
incluido) descubrí mediante una publicidad de la existencia del defensor del
pueblo, que en Catalunya se hace llamar “Síndic de Greuges”.
Tras
ver dicha publicidad, decido contactar para ver sí desde esta entidad se me
puede ayudar en mi caso y acabar con tantos casos de maltrato ciudadano con el
cuál tanto se divierten nuestros “maravillosos” funcionarios.
Caso
error, por vuestro propio bien, JAMÁS contactéis con el Síndic de Greuges, os
van a maltratar todavía más.
Y
EL CAOS SUFRIDO FUE…
Que,
tras casi dos años de espera, la “resolución” realizada por Rafael Ribó fue
realizar una inspección educativa al centro (la cuál de entrada no se sabe a
ciencia cierta sí fue realizada) por parte de la Generalitat de
Catalunya, y lo único que se realizó fue creerse las mentiras que dijo el jefe
de estudios del centro, el cuál, además, en ningún momento quiso reconocer la
verdad y no confesó las amenazas y coacciones que realizó a sus alumnos acerca de una
expulsión del centro sin causa objetiva que lo justifique. Además de ello,
quisieron cerrar el caso, sin posibilidad de alegar, por mí parte, la falsedad
de las informaciones que facilitó el centro, y sin ser capaces de trabajar de
forma realista por el bien del pueblo, cómo nos quieren hacer creer en su
publicidad (pagada también con dinero público).
Para
terminar de rematarlo todo, no se les ocurre otra idea que mandar una encuesta
satisfacción, la cuál me encargué de dejar por los suelos la imagen de Rafael
Ribó y de la entidad del Síndic de Greuges de Catalunya, además de
comprometerme a no recomendar dicha entidad a nadie, ni siquiera a mis peores
enemigos.
RECORDAD:
SÍ
QUERÉIS SER MALTRATADOS, RECURRID AL SÍNDIC.